Imágenes de un paseo: "Un fracaso florido"

Nada hay más hermoso que caminar por la naturaleza y embriagarte de olores que transforman tus sentidos.

Imaginemos una temporada de estrés. Notamos como nuestros sentidos flaquean, todo se vuelve poco a poco monótono y nos dejamos llevar por la brisa del desencanto.

A todos nos ha pasado en más de una ocasión. Sucumbir ante la presión constante y la falta de ganas por todo. Nacer con el Sol de la mañana y correr hacia nuestra metas como alma que lleva el diablo. Caminar por nuestro día perdiendo el fuelle que inspira nuestra pasión y, acabar derrumbado en una noche sin estrellas.

He de decir, que es algo normal y cotidiano. Algo a lo que nos acostumbramos cuando la mirada se vuelca hacia el suelo. Algo con lo que convivimos aunque nos martirice. Algo que no podemos soportar pero consentimos…

Para elevar nuestra mirada al cielo, debemos coger aire y rebuscar en nuestra soledad. Rebuscar en el martirio al que invitamos sin conocer y va pudriendo nuestra inspiración día a día, dejándole hacer como si no nos importara nuestro futuro.

Debemos cerrar los ojos y elevarnos sobre nuestro cuerpo. Desde esa altura inconsciente, es más fácil encontrar nuestras bondades, nuestra riqueza, nuestra fuerza…

Encontrar nuestra mirada y ver esa chispa que lucha por  iluminar entre tanta tiniebla. Tinieblas que solo nosotros hemos construido. Tinieblas que hemos alimentado con nuestros fracasos, creyendo que fracasar es malo, cuando lo verdaderamente absurdo, es no probar ese agrio néctar que nos dobla las rodillas hasta hacernos caer.

Que alegría fracasar, que bendición de Dios. 

Fracasar sólo tiene una lectura. Solo los necios, cobardes e hipócritas quieren cambiar el significado a la palabra FRACASO.

El fracaso es esperanza, el fracaso es aire fresco, el fracaso es alegría.

Algunos estaréis pensando… este se ha vuelto loco,¿cómo el fracaso va a ser todas esas bellas palabras que ha dicho, es que no se da cuenta que fracasar es caer al abismo de la desesperación una y otra vez?

La actitud es un arma de doble filo. Según cómo vista tu actitud, pisaras sobre bello mármol de Carrara, o sobre oscuros seres que te absorben la energía.

El Lunes y el Viernes aúnan su significado por tu actitud.

Pensar en positivo, tener una meta definida, sin prisa pero con actitud, hace que el día sea más luminoso y poco a poco acabes por ponerte las gafas de la paciencia para gestionar tus luminosas ideas.

En muchas ocasiones, no hacemos en la a vida lo que realmente queremos, pero también es verdad que si no fomentamos poco a poco nuestro verdadero deseo, nuestro verdadero YO, de nada habrá valido nuestra buena actitud.

Con el tiempo, volveremos a sucumbir y a volcar la mirada hacia el suelo. Cambiando otra vez a la actitud del "rebaño" y dejando volar nuestros sueños para que sean robados por otros.

Fracaso, que delicia. Solo los elegidos son dignos para fracasar. Solo los elegidos son tan valientes para afrontar tan ilustre tormento. Solo son ellos, los que fracasan, los únicos que han tenido el valor de perseguir sus sueños. Son los únicos que tras caer al suelo una y otra vez, no se han conformado. Son los únicos que han mirado a los ojos de sus detractores con una sonrisa mientras se levantaban sin mediar palabra.

Los cobardes lanzan piedras sobre los que fracasan. Porque no tienen el valor de pedir ayuda.

El que fracasa está iluminado por la actitud de lucha, por la valentía de intentarlo una y otra vez, por perseguir sus sueños a costa de los que no conocen lo que es soñar.

Los detractores, son gente sin luz, que se alimentan de críticas bajo su yugo de cobardía, viviendo en su fría caverna donde esconden su miedo por no tener el valor a fracasar.

Levantar la cabeza del suelo habiendo aprendido la lección, es el mejor regalo que te puede dar la vida.

Te enseña el camino que no debes coger, el atajo que debes evitar, la dirección a tomar cuando encuentres el próximo cruce de caminos…

El fracaso es un reloj. Un bello marcador de tiempo que te indica la hora a la que saliste y lo poco que te queda para llegar.

Y ahora, como dije al principio, coge fuerzas, cada vez queda menos para conseguirlo. 

Descubre la naturaleza y piérdete. Rebusca entre tus miedos y enfréntate a ellos en tu solitario paseo. Siente el sonido de tus pies al pisar hierba seca. 

Inhala  el aroma de ese árbol que consiguió dar la sombra que deseaba. El olor de ese arbusto que por pequeño que sea, deja su imprenta en los vientos para arrancarte un bello recuerdo.

Fúndete con tus pensamientos, con los olores que traen a tu mente tiernos recuerdos,  con la sonrisa que empieza a acariciar tu cara cuando ves acercarse tus metas. Con el brillo de tus ojos cuando conocen el camino, con tu alegría por haber probado las mieles del fracaso. 

Congratúlate por no pertenecer al grupo de "inteligentes" que hacen fuego del árbol caído. 

Cree en tu valor, en la sabiduría de tus fracasos, en la verdad de tu camino, CREE EN TI.